—No mucho— Se encogió de hombros.
—¿Pero apruebas?
Asintió
—Si no me equivoco sobre 1875 había…vaqueros en américa, ¿no?
Ya sabes cowboys, revolvers, alcohol y esas cosas.
—Supongo que sí…
—Lo pone aquí, en la etiqueta —La señalé.
—No es una etiqueta, aun no existían, está escrito con una
especie de…tinta.
—Dios, me da igual eso ¿No te das cuenta? Los datos no concuerdan
por una serie de razones —Saqué un dedo en señal de contar— Lo primero y lo más
importante, no estamos en América, ni en Texas ni en nada de eso ¿Qué clase de
pueblo americano vendría aquí? Segundo—Seguí enumerando con la mano—Esta clase
de casas y pueblo concuerdan con los que estaban en el desierto, en un clima
seco, ¿Por qué se asentaron en mitad del bosque? ¿Se trajeron sus costumbres?
santo dios, ¿no te das cuenta de lo que tienes delante? Es una parte de la
historia. —Necesitaba coger aire. Noté como mis pupilas se estaban dilatando.
Me zarandeó — Nina,
nadie debe saber que estamos aquí, ni mucho menos que hemos venido. Cálmate,
baja el tono de voz, coloca todo en su sitio y salgamos lo antes posible.
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