Listaa

domingo, 18 de enero de 2015

Página 209.

Al llegar al claro se despidió—Creo que aquí os dejo señoritas—bajó un poco el sombrero en forma de despedida.
—Billy, espera—le di un  beso en la mejilla y se puso colorado. Me reí—¿Podremos visitarte de nuevo?
Nos miró a las dos y sonrió. —Cuando ustedes quieran.
—Pero no nos dispares. —Me reí. Me quedé contenta con él. Era un hombre nuevo, distinto, por lo que me dijo Cristina le había gustado la tableta de chocolate así que si volvía a venir le traería otra.
Fuimos a la charca donde ayer había cogido los renacuajos y los volví a echar. Me daba pena.
—Se fuerte— dijo Cristina riéndose.
Hice señal de limpiarme una lágrima imaginaria y reí—Volveré a verlos.
—Seguro que sí.

Cuando llegamos al pueblo Cristina me dio su número y así por lo menos podría hablarla. Nos despedimos pronto. Ya que a ella lo más seguro es que la matase a su madre, y yo necesita un buen baño de agua caliente. 

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