Listaa

domingo, 1 de febrero de 2015

Página 212.

—Dios sabe qué te puede contagiar.
—Puesta también, ahora Edgar me da asco. Su boca y su todo, no quiero tragarme nada de nadie.
—Haces bien ¿Entonces por qué quedas con él?
—No sé, quiero que me diga la verdad porque no hace más que mentirme.
—Está bien pequeña—me dio una palmada en la pierna—Pero si tienes algún problema no dudes en llamarme. —Asentí y me dio un beso largo en la frente.
Me eche agua en la cara y esperé a calmarme para prepararme de nuevo, debía ir a hablar con Edgar.

                                  *

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