Listaa

jueves, 10 de julio de 2014

Página 157.

Fui a ver qué pasaba. La tienda ya estaba montada. Miré a mi alrededor.
—¿Edgar? —No obtuve respuesta—¿Edgar? —Probé de nuevo.
Antes de que me diese cuenta tenía el corazón a mil por hora. Chillé —Eres imbécil, como me vuelvas a pegar un susto así te juro que—
Puso su dedo sobre mis labios —Shhh. Tengo una sorpresa.
Intenté tranquilizarme. Me toqué el pecho para saber si el corazón seguía ahí dentro. Contando que estaba en una isla alejada de la mano de dios, donde las leyendas hablaban exactamente de esto, de algo así como zombies tocándote la espalda en medio de la noche, lo veía normal.
Recuperé la compostura —¿Una sorpresa? ¿Dónde?
No me contestó en todo el camino, así que no me quedó otra que agarrarme de su mano y seguirla sin ver absolutamente nada e intentar no caerme. La única luz que había era la de la pantalla de su móvil.
Cuando llegamos reconocí esa manta al instante, era la que usamos cuando fuimos a la playa.
—Intento revivir nuestro primero beso. —Aclaró.

—Ese no fue nuestro primer beso. —Reí.

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