—No—se
encogió de hombros— ¿A ti?
—Es
mi mejor amiga, hemos compartido hasta los mocos, por supuesto que no. —Cogí un pedacito y me lo llevé a la boca. Estaba
frío. Suculento.
Cuando
volví a la fogata aun todas seguían despiertas. Soltaron comentarios como
“Nina, me pone como gimes” e intentaron imitarme. Puse los ojos en blanco a
todas y me senté encima de Edgar.
—Ui
sí, la ha dejado agotada y se tiene que sentar. —Soltó
Laura.
—Nena,
¿te duele el culo o habéis usado vaselina? —Eva
se descojonaba mientras me hacía la pregunta. Las risas se sumaron y acabaron
todas medio llorando. Busqué en el suelo algún tipo de objeto que les pudiera
lanzar a la cabeza. Pero mi mala suerte me la volvió a jugar. Me acabé riendo
hasta yo.
La
noche estuvo bien cuando dejaron el tema. Mimos de Edgar por aquí y por allá,
algo de comida basura, la risa de mi mejor amiga, un poco de alcohol y
cigarrillos. Algunas ya empezaban a irse y vi como Carla bostezaba pero seguía
intentando seguirle la corriente al tal Hugo.
—Ahora
vuelvo—No esperaba que Edgar me respondiese. Estaba medio dormido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario