Listaa

lunes, 24 de agosto de 2015

Página 289.

La madre entró con el típico vestido blanco, el que representaba la virginidad y la pureza que ya había sido arrebatada, por lo menos, de esta mujer.
—Se supone que el blanco significa pureza y virginidad—comenté.
—¿Qué quieres decir? — me miró.
—Que el negro se supone que es todo lo contrario, y los chicos siempre van de negro.
—O sea, ¿Qué las chicas sois súper santas y nosotros somos unos puteros?
—Básicamente—concluí.
¿Había sido un comentario demasiado feminista por mi parte?
No presté mucha atención a la boda porque sinceramente no sabía qué hacía ahí, había sido un detalle por su parte invitarme pero no me sentía cómoda con tanta gente criticándome alrededor. ¿Se suponía que algún día yo iba a llegar al altar? Seguro que me caería de camino, siendo como soy. Sonreí ante mi chiste privado.
—No las hagas caso, sólo es porque eres la nueva— me susurró Edgar y asentí-


Giré a mí alrededor y vi al primo estúpido de Edgar que conocí el primer día al llegar. Rodeé los ojos y me recosté sobre el hombro de Edgar en el banco. 

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