—Basta ya— gritó Edgar— Discúlpate —le amenazó con el dedo.
—No— rio con las demás— ¿Un niño y una niñata se creen que me
van a mandar a estas alturas?
Edgar se salía de sí. —Vale pues fuera. Adiós.
Puse mi mano en su hombro —Edgar cariño…—le dije en voz baja.
Les despidió con la mano y les quitó mi bolso —Tú y el
grupito fuera de la boda de mi madre.
Básicamente les arrastró hasta la puerta— Avril, ven— confió
fuerte a su hija del brazo.
Chilló —Quiero quedarme aquí, con ella— se refería mí
Le agarró más fuerte —Suéltale el brazo, la estás haciendo
daño— la empujé y puse a Avril detrás de mí.
—La niña se queda aquí— intervino Claire— Y tú vete. —Vi cómo
se marchaban todas con cara de resignación —Tranquila hija— Claire me acarició
la cara y se llevó a Avril.
Edgar se volvió a sentar a mi lado y la gente se fue
dispersando.
Me cogió de la mano —A mi madre tampoco la cae bien—sonrió.
Ya estaba más calmado.
Me levanté de la silla —Me voy—concluí.
—¿Cómo?
¿Por qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario