Eran las
5:30 cuando justo cuando desperté. Con ese sudor frío, dios estaba harta de
tener la misma pesadilla cada día, llevaba un mes con ella y me dejaba
melancolía cada vez que despertaba. ¿Qué me quería decir? ¿Qué era lo que me
quería mostrar? ¿Hasta cuándo seguiría esto? Como si no tuviera suficiente con
el insomnio— pensé—.
Intenté pensar que mañana sería otro día, no uno bueno,
pero otro diferente, pasaron horas hasta que volví a coger el suelo. A eso de
las 7:45 me volví a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario