Listaa

domingo, 23 de marzo de 2014

Página 30.

Sonó el timbre, y antes de que me diera cuenta él ya estaba saliendo por la puerta, me guardé el móvil en el bolsillo, recogí todo el poco valor que me quedaba, me eche la mochila al hombro y salí corriendo tras él, fui al pasillo, y grité
—Edgar, espera. — ¿Pero qué coño estás haciendo Nina? Déjale, se querrá ir con sus amigos. — Gracias— proseguí. Se giró y le seguí.
— ¿Por qué?
—Por lo de antes, ya sabes.
—No hay de qué, oye ¿Por qué te pasas el día corriendo? Tómate un respiro.
—Si bueno, ya. — Me giré y entre al baño de chicas, no esperaba que me fuese a seguir. — Si te pillan aquí te van a liar una buena, además si quieres irte sal antes de que vuelvan a cerrar las puertas.
—Como te lo sabes, eh. — dijo en tono de burla.
—Aprendí del mejor pellero de todos. — Le miré, sabía que me refería a él. Me agache a beber agua. Sonó el timbre que indicaba que ya empezaba la siguiente clase. —Vamos.
Se posó en la puerta y no me dejo irme.
—¿Qué nos pasó?

Trague saliva, sabía que esta conversación iba a llegar algún día, pensé en ella mil veces, tenía pensado plantarle cara, tenía todas y cada una de las frases en la cabeza pero no me salía ni una palabra. Miré al suelo. Poco a poco fueron saliendo las palabras. —Bueno, tú, tú encontraste a otra…— Me costaba decir esto en voz alta. 

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