Listaa

domingo, 23 de marzo de 2014

Página 27.

Corrí hacia la puerta y ahí estaba. Con una chaqueta algo así como de cuero, una camiseta obey, unos pantalones negros pitillos carhartt, unas vans de toda la vida algo desgastadas y sucias y una mochila negra medio vacía de la misma marca, y por último y lo que más me gustaba de su físico sus dilataciones. ¿Pero cómo podía ser tan irresistible? Todo lo que tocase se derretiría ante él. Menos mal que estaba de espaldas porque si me viese la cara de tonta con la que  me había quedado hubiese empezado a sospechar. Me quité los auriculares y saqué el i-phone para disimular, me metí en mi TL sin leer nada en concreto y pasé por su lado sin pararme.
—¿No me vas a decir hola o qué?
—Qué.
—Encima que te espero. — Se adelantó y alcanzó mi paso. Mierda.
—Nadie te dijo que lo hicieses. —Soné dura, me gustaba.
—Lo hice porque quise
—Por eso— Subí las escaleras de la segunda panta. Una planta más un pasillo y estaría con mis amigas, sin intentar que me diera un infarto.
—¿Por qué vas tan rápido?
—Llego tarde, ¿Sabes?
—Sí pero tenemos una excusa.
Me digné a mirarle— ¿Cuál?
—Que estabas conmigo— Sonrió.
Suspiré— ¿Crees que eso le va a importar al de matemáticas? Eres tonto.
—De que mala ostia te levantas por la mañana ¿Tienes la regla? — se burló de mí.

—Eres insoportable— Llamé y abrí la puerta. —Perdón, tuve que coger el tren y…— me cortó

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