Listaa

sábado, 22 de marzo de 2014

Página 21.

Corté. No estaba segura de si quería salir, pero por lo menos no me quedaría toda la tarde pensando. 
Mierda, no me quedaban cigarrillos. Compraría esta tarde de camino ¿Pero aguantar hasta las 6:00? Miré la hora, las 4:30 —Suspiré— Llamé a Ulisse.
—¿Dónde estás?
—Aquí, con unos amigos— escuché a gente riéndose por detrás.
—Tienes que quedarte esta tarde con Rebecca y Cleo.
—No me jodas.
—Sí, búscate la vida.
Colgué, no me gustaba que pusieran escusas cuando se trataban de mis hermanas. Estaba agotada, puse la alarma para poder dormir por lo menos hasta las 5:15.   
                                                          *
Decidí ponerme unas vans desgastadas, cuanto más reventadas estuviesen, más me gustaban. Unos pantalones vaqueros ajustados, una camiseta con la que se me veía el ombligo, una chaqueta que me llegaba hasta la cintura y un bolso. Llame a Ulisse.
—¿Llegas ya?
—Estoy abajo imbécil. — Colgué y baje las escaleras de dos en dos, ni si quiera me había enterado de que había entrado. Estaba sentado en el sofá con el móvil.
—Están durmiendo. Me voy ya.
—Adiós asquerosa. — Le tiré un cojín a la cara. Y me dispuse a morderle la mejilla. Me sacaba de quicio pero era mi imbécil. Me dio un beso en la mejilla
—Anda pásalo bien, fea.
Cogí las llaves, las guarde en el bolso y abrí la puerta.

—Te odio. — Lo dije lo suficientemente alto como para que me escuchase. 

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