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- Y tal vez es mi problema creer esto, porque a lo mejor esa no era su forma de ser... y yo me esperaba más, o me esperaba que él actuase como yo misma lo hacía, esperaba a alguien que en vez de reprimirme y ponerme el cinturón de seguridad pisase más el acelerador, alguien que no me atase de manos, si no que me empujase para dar paso a mi descontrol mental, alguien tan mal de la cabeza como lo estoy yo... y puede que no exista nadie así nunca, y quién creía que lo era sólo estaba fingiendo... Porque... o sea mírame, ¿Quién estaría tan loco como para no desistir a pesar de que le estén haciendo constantemente daño? Él se fue, y eso fue lo sensato, sólo yo me quedaría quieta sin defenderme para recibir todos los golpes...porque en el fondo sé que me los merezco, o en el fondo me gusta darme de bruces contra las paredes porque es mi única forma de aprender, o en el fondo me gusta que bailen claqué encima de mi corazón- miré hacia otro lado huyendo de sus ojos - No lo sé- llegué a la conclusión- No sé nada pero en el fondo tengo toda la información clavada aquí- apunté mi pecho -Y cuando tu cerebro no procesa y tu corazón se atasca, tienes un problema. Y no sé. No sé. No sé -repetí.- Y si sólo me volviese a dar un beso, si sólo rozase sus labios con los míos, juro que me alcanzaría con él hasta morirme, o no, no puedo jurar esto, tal vez luego quiera más, sólo sé que quiero morir con sus besos. Sea ahora, sea siempre - mis ideas descabelladas comenzaron a salir. Incliné la cabeza para mirar al cielo - Tal vez deba pedirle un beso y luego morir- dije sonando completamente corriente para mí misma - Ya sabes, algo así como el beso de la muerte de películas cutres o cosas parecidas- eché a volar mi imaginación.- De todas formas- volví en mí- Yo no le he decepcionado hasta que él me ha decepcionado a mí y sé que eso es un arma arrojadiza pero necesito lanzársela de vuelta porque me estoy cortando, necesito soltar la cuerda porque me está rasgando la piel y quema, necesito parar este tiras y aflojas que nos traemos porque si no me volveré loca y acabaré en esta montaña, pero dando de comer a mil cabras y con trescientos gatos en mi rancho