-No iba a tocar ninguna flor, ni planta...
-Mentira, mi hermana me ha dicho que eres la
cosa más curiosa que ha pasado desde que mamá abrió el restaurante, que has ido
incluso a verla a ella bañarse, que te has parado a hablar con cada hoja y
bicho que veías por el camino, si hubieses visto esa preciosa flor morada,
hubieses picado, caído. -cogió aire- Quiero hacerte entender que tal vez lo del
monstruo malo es mentira, pero no quita a animales como los osos de por
medio... entiéndelo.
-Chicos- intervino Lucy- Parad de darlo
vueltas, mientras vosotros discutáis y andabais a la vez habéis cruzado incluso
los primeros árboles del bosque. Estamos dentro. Se acabó, sigamos con ellos.
Respiré profundo - Escucha, chica nueva, vemos
la nieve y nos volvemos, ¿queda claro? - rodé los ojos y asentí.
Anduve, anduvimos, y volvimos a hacerlo, con
ritmo.
El bosque estaba en silencio, un silencio que
rompíamos con cada pisada, y cada resoplido de desaprobación de los chicos
hacia mi idea.
Sólo éramos sombras que caminaban a paso lento
...¿Sabéis que pasó? Nada.
-La nieve está mucho más cerca ahora- sonreí entrando
en la superficie blanca y caminando unos metros más, era profunda, mis muletas
de madera se hundían dejando pequeños huequecitos.
-Hola- miró al cielo - Gracias, por hacernos
salir de la rutina- sonreí despacio - Nunca antes habíamos entrado aquí de
noche, y se siente genial...- miré a los árboles, había escuchado un ruido,
estaba completamente segura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario