-Ercole, cuando veía a Edgar sentía que
alguien sacudía mi corazón, mi cerebro y mi estómago, y era tan feliz sin saberlo,
y nunca nadie logrará traer de vuelta ese sentimiento, y joder ¡Qué bien se
está cuando uno está bien, y qué poco lo valora!
-Entiendo... ¿Significa que no valoraste
porque no pensaste en nada y sólo dejaste que tu cuerpo sintiera?
-Sí, Ercole- le señalé como si hubiese dado en
el punto - Eso es, tienes tanto que sentir, oler, tocar, probar y repetirte que
te gusta que no te paras a pensar la medida en lo que le quieres, o las
consecuencias de ello, ni mucho menos en qué harás cuando se vaya, porque
enserio crees que se quedará como prometió .
-Nina... realmente creo que aún no es tarde
para que recuperes ese amor y ese sentimiento- dijo con la cabeza gacha.
-¡Claro que es tarde Ercole!- ahí estaba mi
enfado - No hubiese sido tarde si tú y el estúpido de mi otro hermano no os
hubieseis metido de por medio, si tú no le hubieses agredido, su madre no me
odiaría y tal vez él estaría en Jesolo todavía.
Cogió aire- Pero él te golpeó a ti.
-Tienes razón Ercole, pero volvemos al tema de
valorar, pensar y afrontar las cosas- cogí sus manos -Yo hubiese podido hablar
con él, hubiese podido defenderme, darle sus puntos, mis condiciones, mis
reglas, hubiese podido decidir, y vosotros me quitasteis ese privilegio que más
que privilegio era algo obligatorio que la vida me debía dar- le di a entender-
Y al final ha hecho lo que ha querido Ercole, ha puesto sus reglas, no me ha
dejado contestarle y se ha ido, me has dejado perder sin ni siquiera entrar en
juego, y no he perdido dinero... he
perdido amor, orgullo, mi corazón, sentimientos, he perdido un montón de cosas
que la gente no valora, pero yo en este caso sí por entrar en este juego en el
que no podía salir a la pista, es frustrante Ercole, ver como pierdes todo sin
poder hacer nada y sin ni siquiera haber participado en la apuesta.
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