-Tienes razón- dijo en voz baja y no se
escuchó nada, de nada, por unos segundos- ¿Diecisiete cartas, diecisiete
videos?- dijo confuso.
Ups, era al primero que se lo contaba- El
tiempo que le mandasteis al hospital lo pasé yendo a visitarle cada tarde, pero
él no me dejaba verle, ni si quiera contestaba mis llamadas- repasé en voz
alta- Resulta que él estuvo escribiéndome todo ese tiempo- le ofrecí el
cigarrillo - Y simplemente después de eso se fue- comenté fría, tanto como lo
que estaba a mi alrededor- Discutí con
Carla pero ella es una chica inteligente y me guardó lo que nunca debí tirar en
su primer momento, para desgracia la mía cuando lo tiré de segundas, ella no
estaba ahí para pararme, lo hice, me arrepentí, y lo arreglé - carraspeé
-Bueno, ese asunto sí que lo arregle, pero todo lo demás empeoró - admití .
-¿Le quieres?- susurró mirándome y me giré
para quedar cerca de su cara.
Negué
y miré a sus ojos sin parpadear -Yo le amo Ercole, yo le amo- repetí - Y ni si
quiera se lo dije ni una vez- dejé que todo el aire saliese de mis adentros - Y
ni si quiera quiere escucharlo nunca- confesé mis miedos -Él... Él Ercole, él
huyó, él... tuvo miedo. Él decidió entre su bienestar o yo, y se eligió así
mismo, y lo peor de todo es que creo que esa es la opción correcta. ¿Sabes Ercole...?
Lo que tengo claro es que uno de los dos tenía que perder, pero me estoy
cansando de ser siempre yo- a tomar por culo mis buenas vibraciones y mi estado
de ánimo - A veces siento que él me trataba así porque no se atrevía a ser de
otra forma- negué confusa-
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