Se veía la parte con nieve dónde habíamos
estado, juraría que estaba más lejos, eso, o que mi ritmo con las muletas era
demasiado lento, las copas de los pinos lucían blancas de la nieve y quedaban
en perfecta armonía con el verde oscuro de sus propias ramas, respiré profundo
para mirar hacia abajo, el agua corría a por lo menos, diez pisos más abajo de
nosotros, corría con fuerza y ganas, y estaba tan limpia y cristalina que podía
ver las rocas que descansaban en el fondo tranquilas, incluso pude ver el
movimiento de dos peces que pasaron fugazmente con la corriente, sonreí para
mirar al cielo, le cubría un tono grisáceo, no se veía el sol, no existía este
día, pero el color estaba tan en constante con mi estado de ánimo, flotaban
cosas por el aire, que al cabo de unos minutos pude distinguir como pequeños
copos de nieve, el río se extendía kilómetros y kilómetros para abajo, cada vez
haciéndose más estrecho y con más rocas en su superficie, todo parecía fluir,
el sonido del agua, de las aves, la atmosfera, incluso la niebla que cubría lo
alto de unas montañas a lo lejos, que desde mi punto de vista se veían casi
azules juntándolas con gris y blancas, en tonos marrones claros y oscuros en su
conjunto, era una imagen celestial, y no hay otro adjetivo para definirlo, era
imperial, y te sentías exactamente, como en el cielo.
-¿Crees que las puertas del cielo lucirán como
algo así?- dije despacio y en voz baja y el asintió con una sonrisa - ¿Y crees
que las personas debemos sangrar de vez en cuando?
-Nina no sé mucho de esas cosas porque no soy
una chica... pero sé que lo hacéis cada mes y si estás teniendo ese problema
ahora mismo, la verdad es que no sé qué debo hacer- dijo agitado.
-No, bobo- golpeé su clavícula rodando los
ojos- No hablo de la menstruación- me reí - Hablo de en general, vosotros
también, y no de físicamente, ya sabes un concepto más de dentro que corporal,
sangras metafóricamente, igual que cuando la vida te da una hostia, no está
pero lo sientes- expliqué.
Él suspiró tranquilo y bajó sus alarmas -Ya
pensé que tendría que coger el coche para irme a comprarte esas cositas que
parecen fantasmas y os metéis por ahí- eché la cabeza hacia atrás para reírme -
Y sí, creo que cada cierto tiempo es saludable sangrar, no literalmente.
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