Listaa

jueves, 20 de marzo de 2014

Página 14.

No podía ser, era Edgar, los ojos le brillaban más de lo normal, tenía los ojos más preciosos que jamás había visto, marrones como el café, seguía llevando el pelo tan alborotado como siempre y una gran sonrisa estampada en la cara. Era todo lo que yo podía y siempre he deseado en un mismo cuerpo. Mi debilidad. Me acababa de ver, disimulé rápidamente mirando hacia otro lado, no me permitiría que se diera cuenta de que le estaba mirando, no hoy. Acuérdate de respirar Nina —me dije a mi misma— Venía hacia nosotras. Posibilidades de que viniera una ola para que se lo llevara bien lejos 0’0000001, mierda, estás obsesionada—pensé—. Carla me obligó a levantarme
No— la susurré.
 Me llevó hasta Edgar.
—Hola.
Él tenía la voz más sexy y más grabe que había oído en mi vida, le haría una grabación hablando y la escucharía cada día antes de dormir sin ninguna duda. Carla le respondió algo que ni si quiera pude escuchar porque estaba pensando en mis cosas, yo no.
Me dio un codazo —Bueno, yo tengo que irme a vigilar a Rebecca y Cleo.
—Carla no. — La dije casi suplicando. Sonrió y se fue. No la perdonaría está en la vida, la que la iba a armar cuanto que la viese.
—¿Damos un paseo? — Me miró fijamente.

No le conteste y empecé a andar. Se limitó a seguirme. Me puse a pensar en las probabilidades que tendría de que mis piernas empezasen a fallar y me cayera al suelo como una completa imbécil. No hablamos durante todo el camino. En un momento dado se sentó en la arena, yo no quería que viera cómo me temblaban las piernas así que me senté, empecé a jugar con montoncitos de arena.

3 comentarios:

  1. Acabo de empezar a leer hace... ¿media hora? Amo este libro. Escribes genial!!! Si no te importa, ¿me podrías seguir en Twitter, Nina?
    Besos!!
    P.D: mi twitter es @areaderwriting ,yo ya te sigo a ti.

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