Listaa

sábado, 12 de abril de 2014

Página 108.

Su cara cambió de expresión —¿Por qué te odias a ti misma?
—A veces no me entiendo— baje el tono de voz.
—Yo nunca lo hago. Por ejemplo ahora, no sé porque acabo de discutir contigo. Soy imbécil.
Lo miré y tomé aire —Me voy—dije con sequedad.
—Déjame arreglar esto.
—No hay nada que arreglar.
—No quiero perder nuestra relación.
—¿Qué relación? Te explico la clase de relación que tenemos; tú me vendes tabaco y yo, no te prometo que sea todos los días, te sonrió a cambio. Punto.
Abrí la puerta y entré en casa. Hoy no estaba de humor para aguantar las gilipolleces de nadie.

                                                      *

No hay comentarios:

Publicar un comentario