Listaa

sábado, 12 de abril de 2014

Página 121.

—Algo por el estilo. —dije con voz sombría. Salí de la tienda, bien, si no le iba a volver  a ver, el jueves iría al acantilado a la hora acordada y le dejaría las cosas claras.
Ya me había acostumbrado a ver a Diego cada vez que necesitaba tabaco y volver a lo de siempre tengo que admitir que me deprime.
Fui a casa de Carla, cuando llamé me abrió ella pero ni si quiera llegué a pensar que era ella. Llevaba una camiseta de tirantes gris en la que se la salía el sujetador y de parte de abajo unas bragas negras, estaba descalza y tenía unas ojeras enormes. Estaba sudando.
—¿Qué pasa? —me metió para adentro y me senté en el sofá—¿Volviste a meterte? —asintió—Te dije que lo hicieses delante de mí ¿Fue algo menos de lo normal?
—Sí…

—Bueno con eso es suficiente, por ahora. Ven te tienes que duchar. —puse la mano sobre su pecho y esperé a sentir los latidos de su corazón, iban extremadamente rápidos. 

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