Hasta saliéndole burbujas de la
nariz y teniendo el pelo flotando estaba guapo. Se rio y le salieron más
burbujas de la boca no pude evitar reírme yo también. Me atrajo hacia él y le
bese. Nunca había probado a besar debajo del agua pero me pareció algo
estúpido, lo ponían de muy bonito pero ni si quiera sentías bien lo que
besabas, bueno era eso o que yo tenía los labios demasiado fríos como para sentir
algo. Abrí los ojos y miré hacia arriba, caían gotas sobre la superficie,
estaba lloviendo. Le cogí de la cabeza y se la eche hacía arriba para que
mirase. Me indicó que saliéramos con gestos.
Nade hasta la orilla y me puse de
pie, estaba temblando. Hacía aire y eso me hizo tiritar aún más el me seguía de
cerca pero cuando salió fue corriendo hacía las toallas, yo tenía los brazos
cruzados y ni si quiera tenía sensibilidad.
Me arropó con la toalla pero estaba también
medio mojada. Que lloviese no me importaba, es más me gustaba.
—Vamos
de vuelta—tenía las pestañas entrelazadas unas con las otras y los labios más
rojos de lo normal. En ese momento le caían las gotas por toda la cara, algunas
se le quedaban en las pestañas, otras en sus labios y otras le bajaban por la
barbilla. Me gustaba ver cómo las gotas le caían, recorrían poco a
poco su cara pero en ese preciso momento no tenía tiempo para esas cosas.
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