Listaa

jueves, 10 de septiembre de 2015

Página 335.

—Un cigarro no hará que cambie de idea — solté todo el humo que se esparció rápido en el aire.
   ¿Y un porro? — alzó ambas cejas riendo.
   Tal vez a la primera sí, y a le segunda también funcione, pero a la quinta, la droga perderá efecto y será como fumarse un cigarrillo sólo, me harás adicta sin sentido alguno y acabaré engordando, porque no me reiré con ella después de unos cuantos cuando mi cuerpo se acostumbre, sólo babearé más la cama y comeré el doble — me encogí de hombros.
   ¿Licenciada en sustancias estupefacientes? — soltó riéndose — No trataba de que me dieses tu consentimiento a acompañarte —rio y me cogió, mis brazos golpeando su espalda —Pega todo lo que quieras, no voy a soltarte.

   Diego, por dios — le di más fuerte —No sabes donde vive Cristina — le reté.

   Perfecto pues, iremos a mi casa — escuché su risa.
   Diego — gruñí. Empezaba a bajar conmigo a cuestas.
   ¿Ha cambiado la Señorita de idea según su acompañante? —sonrió.
   Bájame — le obligué. Mis pies tocaron tierra firme y me coloqué de nuevo ahora mi descolocada ropa —Eres insufrible.
   Bien, vamos — odiaba que yo saliese perdiendo.
*

No hay comentarios:

Publicar un comentario