—Escúchame
bien —escondí mi cabeza en su cuello y tocó mi pelo cuidadosamente —Vamos a
irnos de este ridículo partido, y veremos lo que tú quieras y lo que más te
guste. Vas a apagar el móvil. No sin antes llamar a tu hermana—rio — Ya sabes
cómo es — rodó los ojos recordándome en ese aspecto a mí— Y vas a pasar una
buena noche de vacaciones con tu hermano mayor — olía muy bien.
—Me parece
correcto — le di un beso en la mejilla y luego en la frente, siguiendo por su
nariz, pellizcó mi moflete y me miró tiernamente — ¿Quieres tu abrigo?— dije
preocupándome y negó —No podría pedir un hermano mejor.
—No podría
tener una hermana enana mejor — sonrió descolocándome el pelo y salimos, el
partido aún seguía en todo su esplendor, y por lo visto quedaban más de tres
cuartos de hora para que se acabase. Fuimos los dos a paso lento al coche y
abracé el osito de peluche contra mi pecho una vez dentro.
Amenazaba
con llover de nuevo, Ercole vivía en unos delos pocos edificios a las afueras
del pueblo con dos chicos más, piso compartid. No recuerdo haber ido nunca así
que era toda una sorpresa que me invitase hoy.
—Todas las
chicas me miraban mal — rompí el silencio, con el podía compartirlo,
aniquilarlo, romperlo, matarlo, acariciarlo e incluso amarlo, nunca me sentía
violenta al hacer algo con él.
—Eso es que
te tienen envidia — hizo un gesto de deje con la mano — Claramente, tú eres más
guapa que ellas —apartó la vista de la carretera para obsequiarme con una
mirada cariñosa y una sonrisa.
— ¿Son tus ex...?— dije viendo como empezaban
a caer gotas de agua en los cristales.
—Hmmm, no,
algo así — rio— Sin compromiso, tú me entiendes — asentí. Probablemente todas
las chicas pensarían que era un machista y sólo quería a las chicas para una
noche. Pero yo conocía a mi hermano, y no saldría con nadie si no se sentía
realmente cómodo , y como es natural en el proceso de encontrar a la
afortunada, él se divertía buscándola. No le juzgaba por ello, entendía
perfectamente su punto de vista, y es más, lo aprobaba con plenitud. La vida es
muy corta.
—Sí,
comprendo — me di una pequeña pausa para coger aire —Me parece bien —apoyó mi
mano en mi rodilla y la apretó ligeramente en señal de un "gracias"
mudo. Después de eso paró el noche.
Habíamos llegado.
después de esta página se salta directamente a la 470, que pasa con las otras?? antes estaban
ResponderEliminar