Listaa

jueves, 10 de septiembre de 2015

Página 340.

—Me pegó — le quité importancia — Y diego me llevó lejos, y estuvimos hablando, y le besé, me acompañó hasta aquí — resumí— Ya te lo he dicho— le dije de nuevo

—¿Por qué crees que le dio?


—No se tragan,  ninguno de los dos —aclaré.

   ¿Y a quién prefieres?

Tomé aire — Es obvio, pero tampoco le puedo perdonar. Le he perdonado tantas… —agaché la cabeza.

   ¿Y ya está? ¿Se acabó? ¿Así? — me buscó con la mirada.

—Y ya está. Se acabó. Así — repetí firme— Lo que menos quiero hacer ahora es pensar en ello. He perdido muchas cosas por estar tanto tiempo con él, si te digo la verdad no sé si he perdido o ganado más conociéndole — me aclaré la garganta — Estaré trabajando y mantendré la mente despajada, cuando no, durmiendo, en caso extremo mis amigas y mi familia, les dejé un poco de lado por él — admití girando el anillo que tenía  en mi dedo índice ayudándome con otro de ellos —Lo peor será cuando vuelvan las clases — se me estaba quebrando la voz, notaba como mis ojos perdían claridad y el nudo de mi garganta que estaba intentando aguantarme apretaba más y más — Le tendré que ver todos los días — cogí una bocanada de aire — Y ni me atreveré a hablarle, tal vez le mire cuando esté de espaldas esperando y no se dé cuenta —cerré los ojos para contenerme —Será como si nunca hubiésemos existido en la vida real —alcé la cabeza mirando al techo, discretas maniobras anti-lloro —Pero escribiré sobre él —asentí — Escribiré sobre él —repetí— Y será como si nunca muriese, siempre que le lea alguien

   Escondí la cabeza en la almohada, me temblaban las manos. —Nunca se irá Cristina, nunca, no de mí, no de aquí — toqué mi sien — Se puede ir físicamente, miles de kilómetros lejos de mí, pueden dejar de hablar de él o recordarle, pero él siempre va estar en mí. Marcado a fuego. Las cosas no deberían estar destinadas a salir así . Le echo de menos, le echo tanto de menos — gemí permitiéndome llorar — Pero son así — volví a la realidad — Y por mucho que lo intente nada va a cambiar, aunque me esfuerce, a un que me caiga y me levante todo será en vano. Porque no es  él, soy yo, mi mala suerte y mi poca estabilidad, si no hubiese sido así yo le habría perdido de alguna otra forma — intenté coger aire que ahora me costaba bastante — porque eso sí que estaba destinado a ser, quedarme sola, como siempre, desde siempre y para siempre. Te juro que lo que estoy sintiendo ahora duele mucho más que una simple bofetada, y que dejaría que lo hiciese toda la vida si este sentimiento de pérdida se marchase lejos. Hay cosas que duelen más que otras . 

No hay comentarios:

Publicar un comentario