-Eso fue intenso- rio Abigail- Seis de golpe-
hizo un sonido de pleno.
-Panda de inútiles- comenté entre dientes tirando
sus corriculums a la basura.
-Tus empleados te temen cuando estás de mal
humor- dijo dejando su café en la mesa- Debería irme, una inexperta me espera
desnuda en mi sofá.
-Abigail- le llamé y se giró antes de salir
por la puerta- No grites muy alto y recuerda la reunión -asintió saliendo
rápido y calentita por la puerta a por una sesión de sexo con la subsecretaria.
Carla seguía comiendo y me miró hablando con
la boca llena - Cuando te conocí no eras así, ahora puedes asesinar a alguien
con tu mirada- dijo riéndose.
-Carla, no estoy para bromas, por favor sal de
mi oficina.
Carla chasqueó su lengua y de un salto bajó la
mesa de caro cristal - ¿Es él otra vez?- dijo en voz baja y yo me giré -Nina...
no te merece estar mal por Edgar - comentó en voz baja- Él... ya sabes por qué
está aquí y sabes lo que hace también por aquí.
-¿Crees que no sé qué mi supuesto novio visita
cada noche los clubes más caros de prostitución y que además sus servicios
corren de mi cuenta?- dije con los puños apretados- ¡Claro que lo sé, miro las
facturas!
- Pues deja de mantenerle... - dijo con un
hilo de voz- Y déjale, simplemente sal y conoce a alguien nuevo, hay miles de
personas esperándote.
-Santa mierda Carla, sabes que no quiero salir
con nadie que me conozca por el nombre de mi empresa y que estoy enamorada de
él...y él me conoció cuando yo no era nadie- rechisté abatida sentándome en la
silla.
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