-Tome- le ofrecí el peine y lo cogió con la
cabeza agachada aún. - Perdone...- dije intentando que me mirase, dio un paso
atrás cuando di uno para a delante. Se alejaba de mí cada vez que intentaba
llegar hasta su lado. Me lo tomé como un juego. Nadie se escapa de Nina
Gapetti. Llevaba unos años que sólo aceptaba un sí por respuesta- Míreme.-
exigí y levantó la cabeza despacio. Era un chico, tan, tan, tan simple que creo
que me quedé absorta con él. Pude reconocer unos zapatos italianos desgastados
y viejos bajo sus pantalones vaqueros sin firma alguna. Llevaba el pelo cómo
pensaba, acorde con el estilo de su ropa. Su cabello oscuro lucía un perfecto
tupé llevado hacia un lado. Sus ojos marrones eran inexpresivos y su labio
superior casi inexistente. Traía ojeras enormes debajo de sus ojos y su pálida
piel quedaba perfecta con su ropa negra, su mandíbula estaba tallada por los
mismísimos Dioses y su cara traía una clase que cualquier hombre sin vestir de
etiqueta no podría tener. Daba el nivel con pantalones rotos e usados, no me
quería imaginar con una buena chaqueta de Massimo Dutti o algunas de las otras
marcas que me gustaban que llevasen los hombros. De más está decir que tenía
unas manos perfectamente formadas y con un anillo grande y de plata con un
dibujo en el centro que no tuve tiempo de apreciar porque ya estaba varios
pasos lejos de aquí. Negué intentando salir del trance - ¿Trabaja usted aquí?-
bajó la mirada incómodo y volví acercarme a él mientras retrocedía unos cuantos
pasos.
-Yo...yo...sólo revisaba el sistema de
electricidad...ya..ya me iba- dijo con nerviosismo. Fruncí el cejo y cogí aire.
-Eh tú- llamé a uno de los chicos que entraba
por la puerta sabiendo que no me iba a negar nada de nada -¿Te gusta el negro
verdad?- pregunté al chico que estaba alejado de mí y juzgando por su manera de
vestir, y por su silencio al preguntarle, supuse que sí. Me dirigí al chico que
esperaba mi petición educadamente- Quítate la chaqueta- le pedí y el frunció el
ceño sin entenderlo - Quítatelo- repetí mientras lo hacía -Dámela- me la dio
confuso-Vete- pedí y se alejó con la boca abierta - Eh chico del anillo- le
llamé y me miró momentáneamente- Voy a tirarte la chaqueta- le informé, sabía
que no quería que me acercase.
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