Listaa

domingo, 25 de octubre de 2015

Página 538.

-Tome- le ofrecí el peine y lo cogió con la cabeza agachada aún. - Perdone...- dije intentando que me mirase, dio un paso atrás cuando di uno para a delante. Se alejaba de mí cada vez que intentaba llegar hasta su lado. Me lo tomé como un juego. Nadie se escapa de Nina Gapetti. Llevaba unos años que sólo aceptaba un sí por respuesta- Míreme.- exigí y levantó la cabeza despacio. Era un chico, tan, tan, tan simple que creo que me quedé absorta con él. Pude reconocer unos zapatos italianos desgastados y viejos bajo sus pantalones vaqueros sin firma alguna. Llevaba el pelo cómo pensaba, acorde con el estilo de su ropa. Su cabello oscuro lucía un perfecto tupé llevado hacia un lado. Sus ojos marrones eran inexpresivos y su labio superior casi inexistente. Traía ojeras enormes debajo de sus ojos y su pálida piel quedaba perfecta con su ropa negra, su mandíbula estaba tallada por los mismísimos Dioses y su cara traía una clase que cualquier hombre sin vestir de etiqueta no podría tener. Daba el nivel con pantalones rotos e usados, no me quería imaginar con una buena chaqueta de Massimo Dutti o algunas de las otras marcas que me gustaban que llevasen los hombros. De más está decir que tenía unas manos perfectamente formadas y con un anillo grande y de plata con un dibujo en el centro que no tuve tiempo de apreciar porque ya estaba varios pasos lejos de aquí. Negué intentando salir del trance - ¿Trabaja usted aquí?- bajó la mirada incómodo y volví acercarme a él mientras retrocedía unos cuantos pasos.
-Yo...yo...sólo revisaba el sistema de electricidad...ya..ya me iba- dijo con nerviosismo. Fruncí el cejo y cogí aire.

-Eh tú- llamé a uno de los chicos que entraba por la puerta sabiendo que no me iba a negar nada de nada -¿Te gusta el negro verdad?- pregunté al chico que estaba alejado de mí y juzgando por su manera de vestir, y por su silencio al preguntarle, supuse que sí. Me dirigí al chico que esperaba mi petición educadamente- Quítate la chaqueta- le pedí y el frunció el ceño sin entenderlo - Quítatelo- repetí mientras lo hacía -Dámela- me la dio confuso-Vete- pedí y se alejó con la boca abierta - Eh chico del anillo- le llamé y me miró momentáneamente- Voy a tirarte la chaqueta- le informé, sabía que no quería que me acercase. 

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