-Me caí-
mentí.
-¿Te caíste?
-gritó- ¿A qué estás jugando Nina?- se dejó caer quedando de rodillas para
comprobar el estado de mi cuerpo-¿Y tus zapatos?, ¿Qué, qué te han hecho?, ¿Qué
has hecho? ¿Te has amarrado a unas cadenas y has decido venir así hasta la
ciudad, mientras el coche tiraba de ellas? Nina, ¿Has visto tu cara?, ¿Tu
cuerpo?
-No quería
manchar las zapatillas nuevas.- comenté.
-¡Que les
jodan a las putas zapatillas!- empezó a quitarme el abrigo empapado. -¿Qué te
está pasando?- empecé a subir las escaleras mientras ella venía tras de mí.
Entré
rápido en mi habitación cerrando la puerta contra su cara, y seguro dándola en
la nariz. Escuché un peso caer al suelo. Abrí un poco la rendija de la puerta
sólo para ver a mi hermana tirada en el suelo sujetándose justo lo que había,
supuesto, la nariz. Ulisse abrió la puerta con los ojos entrecerrados y cerré
de nuevo la mía rápido.
-¿Qué
demonios te pasa Nina?- golpeó la puerta mientras escuché como ayudaba a Agata
a ponerse en pie y preguntarla si estaba bien .
-Se acabó
Nina- gritó Agata- Llevo tres semanas viendo como mi hermana se va haciendo
cada vez más y más pequeña por un estúpido que le pegó en la cara- eso dolió-
¡He tenido miedo Nina! ¡He tenido miedo de entrar algún día en tu habitación y
encontrarte muerta en tu cama! ¡Te pasé que no cenases con nosotros, que no nos
hablases, que pasases de la navidad!, ¿Pero te has visto?, ¿Ha sido él?, ¿Te ha
pegado?
-No- grité.
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