— ¡Valentina Gapetti Safreddi! ¿Se puede saber
dónde te has metido? , Me tienes muy preocupada.
—¿Mamá?— dije irónicamente
. La voz alterada y preocupada de Carla me tranquilizó aunque sonase raro. La
conté todo, lo del bar y mi hermano, ya que era mi estúpida mejor amiga.
Analizó
cada detalle y dio su punto de vista como buena consejera y después volvió a su
tono de voz alegre —Tú, yo, las chicas. Hoy. Fiesta en duplex
abandonado. Chico nuevo del pueblo. Ponte guapa — rio.
—Carla... no sé si me apetece... — le dije
poco convencida.
—Nada de eso, me lo debes por mi preocupación
maternal, 22:30, paso a recogerte — colgó y me dejó
con la palabra.
Vale bien,
debería replantearme esto de mis amistades. Tiré el fijo en la cama y me puse
en pie.
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