-No- dije cogiendo aire.
¿Reconoce al agredido y a los agresores?
-Sí.
-¿De qué?- lo decía en un tono tan serio.
- Fue mi novio. Hasta que me agredió en
público - retoqué-
-Le he preguntado de qué, no por qué lo dejo
con su ex novio. Limítese a contestar - Tenía ganas de cruzarla la cara. Yo y
todos los del banco.
- ¿Incito a los agresores a golpearle?
-No.
-¿Dónde estaba usted entre las 12:30 y las
1:00 de la mañana?- leyó.
-En la pista- iba a incluir bailando pero me
mordí la lengua ante el policía todolosabenorespondassinotepreguntootepego. Me
sequé una lágrima que cayó por mi mejilla, de pura impotencia.
-¿Tienes testigos que puedan corroborarlo?
-Sí.
-Muy bien, ya puede irse- quitó mi esposa- En
cuanto a ustedes se quedarán aquí hasta nuevo aviso. Venga conmigo- le seguí.
Me pidió que firmase unos papeles y que pudiese un número de contacto para
poder llamar a mis supuestos testigos, miré en la segunda hoja y encontré un
cachito de él cuadriculado "Dame tu número de teléfono"
leí. Lo escribí de forma rápida y firme
junto con lo que me quedaba. Revisó las hojas y guardó el pequeño papelito en
el bolsillo del pecho disimuladamente. Salí de la comisaria y escuché sus
pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario