Listaa

miércoles, 14 de octubre de 2015

Página 416.

-¿Te hubiese gustado?- indagó - ¿Dar de comer a nuestro hijo y todos esos clichés? - le miré atenta- Ya sabes, la típica escena en la que el marido llega de trabajar a las tantas a casa y abre la puerta y se encuentra a su mujer a su hijo cogido en brazos, entra le da un beso casto en los labios  a ella y uno en la frente al bebé.
-Suena bien- dije soñadora.
-Porque te gusta los niños, ¿verdad?.
-Claro que me gustan...- dije mirando a mis uñas sin querer levantar la vista.
-¿Y te gustaría nuestro hijo...?- tragué saliva.
-¿Por qué debe ser un niño?- contesté con otra pregunta y él sonrió confiado.
-En verdad preferiría una niña...- dijo pensativo- Ya sabes son tan monas cuando todavía les puedes vestir y cambiar, y sería el hombre más fuerte del mundo para ella, y le encantaría subirse en mis hombros y ser alta...- intenté respirar pausadamente- Y tendría tus ojos- comentó- Y el color de tu pelo, y tu sonrisa- le miré - Y seguro que sería un desastre en los estudios como yo y cuando cumpla los quince no quiera saber ni de mí y yo acabe estresado porque a las dos os baje la regla al mismo tiempo-reí levemente- Sería una locura tener que soportar a dos chicas con las reglas y hormonas en un lugar encerradas durante una semana.- comentó mirando a un punto fijo muy pensativo.
-Sí, pero descuida, no creo que pase- dije cortante- O al menos con quién tengas hijos no será tan bipolar cuando tenga la regla, eso te lo aseguro- se rio por lo bajo- Bueno es hora de comer- dije centrándome de nuevo. -¿Cómo un niño pequeño?- comenté de risa y empecé a hacer el avioncito. Él negaba imitando a un bebe y yo intentaba metérselo a presión, le llené la cara de yogurt y se llevó la mano a ella para estampármela en la cara y pegarme esa pasta de frutas- Te juro que te mato- dije entre risas mientras él seguía untando en mi mesilla, de un momento a otro, casi fugazmente me besó. Permanecí por un segundo y me aparté, respiré largo y profundo mientras limpiaba mi cara y dejaba la cuchara en la mesa - Lo siento no puedo- él empezó a limpiarse la cara ya más serio.

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