-En el hospital- desvelé.
-¿Qué te ha pasado?- cambió completamente su
tono de voz.
-Vine a visitar al chico de ayer, pero ya voy para
allá.
-Yo salgo en unas horas, ¿dónde estarás?
-En la playa, tengo partido de volley- aún me
daba tiempo a ir.
- Me gustan los partidos de volleyball - rio-
¿Sabes? Espérame en el hospital, me inventaré cualquier gilipollez. Ahora nos
vemos- dijo decidido.
-No hace falta...- comencé a decir y me cortó.
-Sí que la hace- colgó.
Ya llevaba buena parte del camino hacia la parada
y encima hacía un frío de muerte, no llovía, pero el aire gélido hacía la misma
función o peor, y más si te habías mojado con la lluvia de antes.
¿Dónde me quedo?, ¿Dónde cojones le espero?, ¿en las
escaleras?, ¿En el aparcamiento o dónde coño?.
Decidí pasar dentro del hospital para tener
calefacción y salir a las escaleras de ayer pasados los quince minutos de
espera. Se me hicieron eternos entre idas y venidas de gente que pasaba.
Me senté en los escalones y me resigné a
aguantar algo de nieve fría en el culo. Un coche de policía apareció, pero
claro, ¿Cómo se suponía que debía distinguirlo?, ¿cómo saber si es el de Sam si
son todos iguales? ¿Qué hago? ¿Me acerco intento abrir la puerta, que no sea él
y que me detengan por intento de robar coche o qué? Tuvo que bajar la
ventanilla, y hacerme una señal para que entrase- Sonreí al sentir mi culo
sobre algo que no estaba húmedo.
- Pensé que no sabrías dónde iba a recogerte,
pero has superado mis expectativas, buena chica- me miró con una sonrisa.
-No lo dudé en ningún momento-. dije en todo
de superioridad mintiendo.
- Dame dos besos, ¿no?, ¿Las niñas de tu
tiempo no saludan o cómo va la cosa?- rodé los ojos y luego puse mirada asesina
y le besé en la mejilla derecha.
La barba me pinchó los labios- Muy bien.-
volvió a la carretera- ¿Qué tal con ese chico?
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