Listaa

miércoles, 14 de octubre de 2015

Página 420.

-Bien- mentí- Aunque me muero de hambre- intenté evadirme del tema.
-¿A qué se debe el partido?- me miró.
-Jugamos contra las chicas del centro- expliqué.
Se rio- ¿Y no os machacan?- agaché la cabeza.
-A veces- asumí y escuché la radio. Era otro policía hablando con Sam. Apagó la radio al darse cuenta y me sonrió- ¿No se supone que deberías contestar?
-Que lo hagan otros- le miré- Que viva el cuerpo de policía, sí señor, para eso están cuando tienes una urgencia, tuve ganas de aplaudirle pero me controlé- ¿Despertaste con resaca?- negué.
-Dormí a pierna suelta- admití- Soñé contigo- mierda, ¿por qué dije eso en voz alta?
-¿A sí?- giró hacia mí - ¿El qué?
-¿El qué qué?- me hice la tonta.
-¿El qué soñaste?
-¿De qué hablas?
-Has dicho que has soñado conmigo - recordó.
-¿Yo? No- dije con soltura.
-Nina- gruñó.
-Aww, olvídalo- repuse.
-Dime- me negué- ¿Por qué no?
-Es humillante, si te lo dijera tendría que matarte después- reí.
- ¿Asumo con eso que me has perdonado por lo de ayer?- alzó ambas cejas y negué -¡Mujeres!- rio y paró - Estamos aquí- anunció- Pásalo bien- asentí y bajé con cuidado, menos mal que nadie se había dado cuenta de en dónde había venido. Excepto Carla. Siempre Carla. Porque Carla cotilla siempre.
-¿Soy yo o acabas de bajar de un coche de policía?-  me pinchó y me hizo cosquillas- Joder, y parecías una mosquita muerta- rio y miró la tirita que tapaba mi herida- Vaya, creo que te arreé demasiado fuerte- hizo una mueca.
-¡No!, ¿tú crees?- dije irónicamente mientras guardaba en contactos el número de Sam.
-Cuéntame- me tapó con una toalla mientras me cambiaba los shorts y la camiseta de manga corta. Estaba pidiendo a gritos coger una neumonía pero ese era el uniforme del grupo. Guardé la ropa que me había quitado en el bolso.
-He ido a ver a Edgar al hospital, culpa de tu novio- le miré.
-Son chicos, ¿qué esperas?- le di la razón- ¿Y?
-Me besó y me aparté- se había puesto seria cuando le conté que me había besado- Y después su madre se puso como loca, le ha prohibido verme- reí- Eso hacen los padres con las niñas sobreprotegidas, y especialmente con los chicos, no con las chicas, está loca, pero loca de que debería estar interna en un centro- ella sonrió- Luego me llamó Sam, se llama Sam- le recordé- Pasó a recogerme y aquí estoy, tiene 22 años- sonreí y sonó un silbato. Me hice una coleta y corrí hasta la cancha para que empezase el partido.
Saludé a todas con un abrazo, ya estábamos colocadas y Carla pasó por mi lado -Ya hablaremos de lo de Edgar- asentí sin darle importancia
Una de ellas se burló del vendaje que llevaba en la cabeza y se convirtió en algo personal, me motivó a, primero; Ponerme las pilas. Segundo; Apuntar a su cara. Tercero; Ganar el partido.

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