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miércoles, 14 de octubre de 2015

Página 425.

-Tenía frío.- comenté y subió la temperatura del termostato- No hacía falta- me mandó callar y opté por cambiar de tema-Cuéntame cosas de ti- volvió a su sitio.
-Pues vivo aquí, tengo una hija- lo dijo muy serio y abrí muchos los ojos- Es broma- dijo riéndose en alto y le pegué.
-¿Puedo fumar?- miré al cenicero que tenía unas colillas apagadas.
-Hmmm, no.
- Pero tú fumas, ¿no?
-Lo que quiero es que no fumes tú- sonreí ante el comentario y guardé el paquete derrotada -Bueno, vale uno- sonreí ampliamente y lo encendí necesitándolo, no tardé mucho en fumármelo.
Él se levantó a comprobar lo que andaba haciendo en la cocina y empezó a oler ya, lo más asombroso es que olía bien.
-Tienes una casa muy grande- dije cuando se volvió a sentar y sonrió.
-Ya bueno- se encogió de hombros y encendió la TV.
-¿Cuánto ganas al mes?- me atreví a preguntar.
-1400- dijo sin preocupaciones ni tapujos.
-Vaya...- me pasó una cerveza y me indicó que me tumbase poniendo mis piernas encima de las suyas.
Estaba comodísima. Empezó a acariciarlas - Eras el cambio que llevaba esperando mucho tiempo, me ahogaba en la monotonía- dije en voz baja, tanto que dudo si lo escuché yo misma o sólo lo pensé. Me siguió acariciando  sin hacer caso a la Tv, ¿por qué había encendido?- ¿Por qué no tienes pareja?- dije ya en un tono más alto- ¿Eres un psicópata?, ¿Me encerrarás en el garaje o en el cobertizo de la terraza y me harás pedacitos para cocinarme después?- rio alto y me uní a él.
-No tengo pareja porque ninguna aguanta mi trabajo- me explicó- La incertidumbre de si estoy bien o mal, los horarios, ya sabes- asentí.

-Es razonable- bebí de la cerveza mirando al techo y trajo la comida definitivamente. Lo miré. Eran canelones, tenían muy buena pinta para ser sincera - Así que cocinas- asintió y se volvió a ir, apareció con lo necesario para poner la mesa- Espera, deja que te ayude-  le quité los platos de la mano. 

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