Listaa

sábado, 17 de octubre de 2015

Página 451.

Suspiré y cogí el anillo entre mis manos y estudiarlo sobre mi palma, después de un rato de pensar qué hacer con él, abrí el collar que tenía en mi cuello sujeto y lo metí en la fina cadena, llevaría sus dedos por siempre en mi cuello, como si tuviese el total poder de asfixiarme cuando quisiese sin tener si quiera que esforzarse, le estaba dando el poder de matarme, de dejarme en el suelo sin respiración y sin palabra que pudiese salir por mi boca. Le estaba dando mi yo. Mi existencia. Mi corazón, alma, miedos y sueños.

 Quise levantarme de la silla, decir algo, pararle, pero no lo hize, no encontré valor dentro de mí, no más, no encontré respuestas, me paré a mí misma, no podía seguir el juego a esto, no podía quedarme más estancada en el pasado, merecía revivir como el pájaro fénix de mis cenizas. Si no lo hacía me acabaría perdiendo por completo, él ya se había llevado una gran parte de mí, y no con esas quería llevarse más, reducirme a cero, matarme con su ausencia, y lo peor de todo es que yo le estaba dejando, pero incluso peor que eso era, que si volvía yo le dejaría plácidamente asesinarme. Porque de esto va del amor. Sufrir por ti y sufrir por la otra persona, rogar porque te ahorquen, bailar en las escaleras de madera poco seguras de un precipicio con caída mortal, jugártela y ver cómo pierdes, y aun así creer que vas ganando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario