—Tengo
contactos— se encogió de hombros —Al
parecer has caído en la rutina estas dos semanas — acercó su mano a la mía y la
agarró con fuerza —Por favor, no caigas en ella, tú eres Nina.— Negué
limpiándome algunas lágrimas que aún caían de mis ojos— Quiero explicarte todo—
asintió acariciando el dorso de mi mano — ¿Te parece bien? — asentí rápidamente
colocándome mejor en la silla —Pero no aquí, estamos molestando a todo el mundo
— giré sobre mí misma para mirar a la gente que estaba pendiente —Vamos a por
café — asentí metiendo los papeles de mis apuntes ya arrugados, los bolígrafos
y los subrayadores sin tapa y cerrando el portátil de un fuerte golpe para
dejarlo caer sin cuidado dentro — Anda con cuidado, se te podría romper — hizo
una mueca y saqué con cuidado las cartas y los discos de su mochila para guardarlos,
estos sí, con mucha delicadeza.
—Me importa
una mierda el portátil, tiene seguro — le comenté metiendo la silla haciendo
ruido y saliendo por la puerta.
**
No hay comentarios:
Publicar un comentario