—No se muevan de aquí —cogí aire
al oír su voz —Vengo en un segundo —dio media
vuelta.
—Jesús — gritó Carla— ¿Le has
visto el culo?
—Madre mía, no me importaría que me arrestara —dije honestamente.
—Madre mía, no me importaría que me arrestara —dije honestamente.
Cumplió con
su promesa y regresó —¿Documentación?— vaya
sonrisa. Me mordí el labio inferior.
—¿Basta con el D.N.I?— le miré
fijamente a los ojos, erran un marrón más claro de lo normal. Sonrió más
ampliamente y asintió. Se lo di y lo miró por encima.
—¿Habéis consumido algún tipo de estupefaciente?— miré a
Carla fugazmente recordando el vicio que tenía por esos polvitos blancos.
—Ninguno, dos copas— atajé el
tema y asintió.
—Voy a tener que registrarles, por si llevan algún
tipo de droga o arma, ¿Les importa que lo haga yo o llamo a una agente?— negué
rotundamente y él se chupó el labio inferior. Por supuesto que quería que me
registrase dios santo. Toque lo que tenga que tocar, aún que sea muy a fondo — Póngase contra la
pared— volví a
mirar a Carla que me lanzó una mirada pervertida y rodé los ojos— Ábrase de
piernas — creo que acabo de llegar al orgasmo con esa
frase — Y extienda
los brazos — Yo sabía que él había dicho ábrase en vez de
separe para calentarme, si no ¿por qué?. Palpó mi cuerpo con sus manos y puedo
jurar que pasó más tiempo de lo debido en mi cadera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario