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-Antes a mí tampoco me hacían gracia- confesó -¿Crees que soy malo?

-Yo no hubiese logrado imaginarme que acabaría cenando con un policía en su casa- volví a bostezar.

-Me gustan jovencitas- me sonrió - Es broma- rio.

-¿Ligas mucho?- indagué.

- Sería mejor si pudiese salir del pueblo, aquí, lo normal, hay un estúpido de casi mi edad que se las lleva a todas de calle- rodó los ojos- Ercole, algo así.

- Ese es mi hermano- me reí -Al que detuviste, el mayor- me miró con los ojos bien abiertos y sonreí ampliamente. Ercole 1 - Sam 0. - Bueno, ¿pero ligas mucho?

-Cuando puedo.

-¿Y las traes aquí?- le miré fijamente.

-A algunas- se encogió de hombros.

-¿Cuántas chicas han estado en este sofá?- levanté una ceja.

-Menos de 50- dijo pensativo .

-Qué asco- bajé hasta el suelo . Yo apenas había salido con un par de chicos.

-¿Sabes?- se sentó dónde yo estaba anteriormente y pasó las piernas por mis hombros -Una compañera de trabajo, en mis horas terriblemente aburridas y libres me enseñó a peinar- echó mi cabeza para atrás y le vi. Empezó a tocar mi pelo, juraría que estaba haciendo una trenza. Le dejé que jugueteara porque me estaba relajando -Cuéntame tu sueño- susurró cerca de mi cuello.

Suspiré- Es patético- me animó - Pues tú eras bombero, y no policía- rio. Me estaba empezando a acostumbrar  a su risa- Y llevabas una especie de chaqueta impermeable abierta.

-¿Se me veía el pecho?- escuché su tono sarcástico.

-Ajá- dije en un tono de voz baja y relajada por lo que estaban haciendo sus manos.

-¿Enserio?, ¿has tenido un sueño erótico conmigo?- dijo riéndose y abrí los ojos de par en par echándome para delante y tiró de mi pelo cuándo me alejé, volví a mi posición quejándome por el tirón .

-¡No! no así- negué- Subías a un árbol y cogías a mi gato.

-Ah, ¿salvaba a tu gato?, pensé que tus sueños tenían mayor calidad.

-Reconoce que es patético- reí.

-Mucho.

-Por algo no quería contártelo- dije tanteando con la mano hasta llegar a  mi móvil vi diversos mensajes de Edgar.